Declaración de Principios: Los que nacimos sin horizonte


A pesar del miedo

Por lo que quiero asegurar que mientras posea fuerza en mi cuerpo, continuaré expresando mis sentimientos a través de la palabra escrita, con la literatura y el blog de Los hijos que nadie quiso. No aceptaré intimidaciones, actos vandálicos, o procesos burdos aunque atenten contra lo más preciado: los sentimientos y el decoro. Soportaré hasta lo indecible para no ser doblegado y continuar expresando mis ideas, criterios y posiciones de principios.

No importa que me encarcelen, vejen, humillen, desmoralicen, avergüencen, palabras que quizá sean sinónimos pero me han enseñado el sentido más profundo y etimológico de cada palabra y lo que las diferencia. A pesar del miedo, del sufrimiento a mi familia y amigos, soy feliz porque creo estar cumpliendo con el ideario martiano, con la irrenunciable labor de alcanzar para todos la luz prometida del Partido Revolucionario Cubano que fuera, entre otros, fundado por José Martí.

Si llegara el momento les aseguro que iré orgulloso a prisión. Y allí permaneceré el espacio que dure mi cuerpo en ayuno. No deseo que me recuerden. No haré nada que lo amerite. Otros ya lo han hecho y son insuperables. Con seguridad plena, estoy convencido que después de mí, vendrán los que con hidalguía sabrán conquistar los sueños de los que ya no estaremos, lo que agradezco de antemano.

También reconozco infinitamente el apoyo de todos y cada una de las personas que han respondido al llamado de la Justicia, porque preferiría no estar que aceptar continuar con la venda y la mordaza, parafraseado al Apóstol, viendo un Amo en mi Patria.

En lo que respecta a mí, si humildemente pudiera hacer una petición, sería que Dios y Martí no me abandonen nunca.