“La ciudad” y otros poemas

Murallas

Sin consideración, sin piedad, ni vergüenza

gruesas y altas murallas en torno mío construyeron.

Y ahora estoy aquí tan desesperado.

No pienso en nada más: este destino devora mi espíritu;

porque afuera mucho tenía yo que hacer.

Ah cuando los muros construían, ¡cómo no fui consciente!

Pero nunca escuché ruido o rumor de constructores.

Imperceptiblemente, desde el mundo exterior, me encerraron.