Descripción
Aunque se presenta como una autobiografía, y a pesar de que en cierta forma lo es, este libro es algo que va más allá. Le costó más de veinte años escribirlo y sólo se publicó luego de su muerte, dejando unas anotaciones exquisitas sobre su infancia, su adolescencia y sobre todo algunos de sus pensamientos más profundos sobre la vida, el arte y la literatura. Se despoja en él del sentido común que lo llenaba como autor, pero a la vez del rencor callado por hechos pasados que en algún momento le molestaron en vida.
Hay, además, apuntes interesantes sobre el arte de escribir y sobre la vida social e intelectual de un escritor y editor. Estas memorias, en parte incompletas y plagadas de deliberados silencios, es una invitación al lector para que rebusque los aspectos biográficos que se ocultan en ella.
Premio Nobel de Literatura
Alguien muy pequeño. 1865 - 1878
Mi primer recuerdo es el de un amanecer, su luz y su color y el dorado y rojo de unas frutas a la altura de mi hombro. Debe de ser la memoria de los paseos matutinos por el mercado de frutas de Bombay, con mi institutriz y después con mi hermana en su cochecito, y de nuestros regresos con todas las compras apiladas en éste. Nuestra institutriz era portuguesa, católica romana que le rezaba –conmigo al lado– a una Cruz del camino. Meeta, el criado hindú, entraba a veces en pequeños templos hindúes en los que a mí, que no tenía aún edad para entender de castas, me cogía de la mano mientras me quedaba mirando a los dioses amigos, entrevistos en la penumbra. A la caída de la tarde paseábamos junto al mar a la sombra de unos palmerales que se llamaban, creo, los bosques de Mahim. Cuando hacía viento, se caían los grandes cocos y corríamos –mi institutriz...
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