Descripción
Se muestra con severidad los horrores de la guerra, descarnadamente, con acritud, sin concesiones. Con personajes que intentan su propio destino, pero a la vez víctimas de contextos inhumanos por ellos mismos provocados.
Bierce arma sus relatos en un mundo oscuro aunque unido -con hilos ligerísimos- a una belleza conmovedora donde esperamos que siempre ocurra lo imprevisto. Con un talento prodigioso y un hondo fatalismo, se deja notar el gusto por lo macabro y lo sobrenatural que colman buena parte de su obra.
Un suceso en el puente del riachuelo del Búho
El hombre cuya ejecución preparaban tenía unos treinta y cinco años. Era civil, a juzgar por su ropaje de cultivador. Poseía elegantes rasgos: una nariz vertical, boca firme, ancha frente, cabello negro y ondulado peinado hacia atrás, inclinándose hacia el cuello de su bien terminada levita. Llevaba bigote y barba en punta, pero sin patillas; sus grandes ojos de color grisáceo desprendían un gesto de bondad imposible de esperar en un hombre a punto de morir. Evidentemente, no era un criminal común. El liberal código castrense establece la horca para todo el mundo, sin olvidarse de las personas decentes. Finalizados los preparativos, los dos soldados se apartaron a un lado y cada uno retiró la madera sobre la que había estado de pie. El sargento se volvió hacia el oficial, lo saludó y se colocó detrás de éste. El oficial, a su vez, se desplazó un paso. Estos movimientos dejaron al reo y al suboficial en los límites de la...
Leer más
Otros datos de este producto
No hay más datos que mostrar de este producto