Descripción
Es así porque el poeta se ha envuelto en la hermosura de ella, la que ha sido capaz de encender nuevos puntos de ternura “en olvidados rincones de mi vida”. Para decirlo con nobleza, ha caído. Un Ícaro se duele en el poema “Como un rayo”. Le queda claro que la presencia de ella fue similar al rayo y “con la velocidad propia de su naturaleza, partió”.
Ahora corresponde a este Ícaro viviente, rescatar lo hermoso de su pretensión, acontecerse con ella, sentir en carne propia lo que de alguna forma antes sólo intuía a través de los otros. (Carlos Santibáñez Andonegui)
Fantasioso Ícaro
POEMAS DE PIEL Me reconocí en los poemas de una piel hermosa y dulce como el néctar de los dioses. Me reconocí persona, hombre en vida donada en extramuros en el albur de los sueños. Leve abertura en el áurea de mi vida flanco de dicha con punto de amargura de agridulces aristas. Fruición de deleites serena carnalidad acotada por miradas sostenidas en espacio prestado. Breve sueño en realidad anodina y desvaríos plenos de cantos en sintonía con la hermosura. Sonrisa que me arrancó de los fondos que convierte en agua la oscura aridez de mis días. DESEO A DESTIEMPO Deseo a destiempo que sostiene miradas empáticas serenidad esquizofrénica que equilibra realidad imposible mientras la dama discrimina galanes que ocupa para limar apetencias y desviar la sombra de la soledad. El galán calcula cuantos días tendrá para preñarla de palabras consciente de la frugalidad de esas emociones y caricias en permanente ausencia. ...
Leer más