Descripción
Reconocida por muchos críticos como la mejor novela norteamericana del siglo XIX, T. S. Elliot dijo que la mejor nunca escrita hasta entonces. Tiene como escenario una casa maldita, convertida ella misma en personaje principal. En su interior se desarrolla la trama de la novela, mansión condenada que atemoriza a cuantos la conocen porque en su interior ocurren extraños sucesos vinculados a la brujería.
En última instancia La casa de los siete tejados es una metáfora de los defectos más oscuros del ser humano. De ritmo reflexivo y prosa espontánea, retrata unos personajes lastrados por una “sangre maldita” que como un bardo de nuestros más despreciables vicios condiciona la vida actual y nos coloca frente a la torpeza de catalogar a los demás según su fortuna monetaria.
La mejor novela norteamericana del siglo XIX
El primer cliente
Sin darse tiempo para un segundo pensamiento, fue a la tienda, pálida, aturdida, con gestos y expresión desesperada, portentosamente ceñuda, más dispuesta, en apariencia, para un fiera batalla con un ladrón que para recibir a un parroquiano, saludándole desde detrás del mostrador en agradecimiento por el gasto de unas monedas de cobre que pudiera hacer. Un cliente ordinario, realmente, volvería sobre sus talones y huiría. Sin embargo, no había fiereza en el pobre corazón de Hepzibah, ni albergaba ningún amargo pensamiento contra el mundo ni contra nadie. A todos deseaba bien, pero asimismo deseaba haber acabado todo trato con ellos y descansar definitivamente en una tumba. El parroquiano estaba en el umbral. Viniendo de la fresca luz mañanera, parecía traer con él la alegre atmósfera del exterior. Era un hombre delgado, de unos veintiuno o veintidós años de edad, con una expresión más grave y pensativa de lo que pertenecía a sus años, lo cual no le quitaba viveza y...
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